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ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD


En el aula hay un niño que presenta una discapacidad auditiva.
Podemos encontrar distintos grados de pérdida auditiva:


GRADOS DE LA PÉRDIDA AUDITIVA:
  • Pérdidas leves (20-40 dB): Aunque no tiene por qué haber alteraciones significativas en la adquisición y desarrollo del lenguaje, pueden existir algunas dislalias y dificultades en el aprendizaje. En estos casos, el niño puede oír, sin embargo, tendrá dificultades para comprender todo lo que oye, sobre todo en ambientes ruidosos, situaciones de grupo y dentro de aula. Si no es tratada antes del año en el niño/a se pueden producir: dificultades en el aprendizaje, leve retraso del lenguaje, leves problemas en el habla y falta de atención.  

  • Pérdidas medias (41-70 dB): El lenguaje puede desarrollarse de forma espontánea, aunque presentará retrasos en su evolución. Existen, además, dificultades para la comprensión, ya que no se percibe la palabra hablada a intensidad “normal”. Son niños con un volumen de voz más elevado de lo normal y con retraso en el habla. No siempre responden a las órdenes que se les dan. En ocasiones, pasan por “muy desobedientes” o “rebeldes”, son dificultades para el acceso a la lectoescritura y, a menudo, con mal comportamiento.
  • Pérdidas severas (71-90 dB): Sólo se oye la voz a intensidades muy elevadas y el lenguaje oral no puede desarrollarse de manera espontánea. Suele detectarse en edades cada vez más tempranas y requiere el uso de prótesis auditivas, así como el apoyo logopédico para el desarrollo del lenguaje oral.
  • Pérdidas Profundas (91-110 dB): Debido a la ausencia total de estimulación auditiva, existen alteraciones importantes en el desarrollo global. Están afectadas las funciones de alerta y orientación, la estructuración espacio-temporal y el desarrollo social. Es imprescindible el uso de prótesis auditivas y el apoyo logopédico para que pueda desarrollarse el lenguaje oral.
  • Cofosis (+ 120 dB): Es poco frecuente y supone una pérdida total de la audición, con la ausencia de cualquier resto auditivo.


En este caso, se trata de una pérdida severa, como se explica anteriormente,  el alumno sólo puede oír  voces a intensidades muy elevadas y no es capaz de desarrollar el lenguaje oral de manera espontánea. Recibe apoyo logopédico para el desarrollo del lenguaje oral, y se encuentra a la espera de prótesis auditivas dado que esta pérdida la ha sufrido recientemente, sordera postlocutiva,  la pérdida auditiva aparece tras la adquisición del lenguaje, aproximadamente a partir de los cuatro años.

 

Discapacidad auditiva y Educación Física:

DEFICIENCIA AUDITIVA EN EDUCACIÓN FÍSICA (ÁREA MOTRIZ)
  • Alteraciones del equilibrio estático y dinámico.
  • Retraso en la marcha con lo que suelen arrastrar los pies al andar.
  • Déficit en movimientos simultáneos y velocidad de reacción.
  • Dificultades en el control postural y control segmentario.
  • Trastornos de la percepción y control del propio cuerpo.

Algunas orientaciones y consideraciones a tener en cuenta por el profesor de Educación Física:

 
ORIENTACIONES Y CONSIDERACIONES DEL PROFESOR
  • Se debe crear un clima adecuado de aceptación normal, de agradable y amistosa convivencia.
  • Uso de recursos ilustradores o amplificadores de la información, generalmente visuales.
  • Ha de situarse de cara al alumnado con pérdida auditiva, cerca pero no encima de ellos.
  • Evitar hablar de espaldas mientras se escribe en la pizarra, girarse hacia ella hablando,con la mano sobre la boca, mientras se pasea por el aula, etc.  
  • Empezar a hablar cuando el alumno mire. De lo contrario hay que reclamar su atención pronunciando su nombre, dando unos golpecitos en la mesa, o bien moviendo la mano en su espacio visual.
  • Es necesario insistir en que cada alumno, dentro de sus limitaciones, consiga el mayor grado de independencia y autonomía posible, por la transferencia que esto puede suponer para su vida diaria.
  • Se tratará de lograr la aceptación de sí mismo como condición previa para adquirir un equilibrio emocional, afectivo y social adecuado.
  • Es fundamental hacerles adquirir una percepción lo más fiel posible de sí mismos, pues partiendo de este conocimiento tendrán más fácil elaborar una correcta representación del mundo que les rodea.
  • Puede ser de gran ayuda situar al alumno con deficiencia auditiva al lado de un compañero/a, a quién se otorgue la función de “buddy” (socio) o con uno a cada lado que le pueda ayudar. Es un apoyo útil sin perder de vista que lo óptimo es conseguir la máxima autonomía; es necesario evitar que se cree una relación de dependencia con el “buddy”, incómoda para ambos. Este rol debe ser rotatorio.
  • Será conveniente mostrarle al alumno al principio de cada sesión unas fotografías con las actividades que se van a realizar.


 
El principal objetivo con el alumnado que presenta cualquier tipo de deficiencia será lograr su inclusión con el resto de estudiantes. Utilizando la Educación Física para realizar ejercicios de cooperación que permitan sensibilizar y fomentar los lazos entre el alumnado.
 
Además de un alumno con discapacidad auditiva, también nos encontramos con alumnado perteneciente a otros países cuya lengua no es el castellano. En estos casos, la lengua no será una dificultad para ellos y podrán seguir la clase sin ningún problema ya que todas las sesiones están diseñadas para ser entendidas sin necesidad de explicarlas oralmente.

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